Los precios aumentan por arriba del ritmo de la devaluación: 4% contra 2%

Desde hace meses que los precios no bajan de 4 por ciento mensual, mientras que el dólar oficial devalúa al 2% mensual Las medidas que toma el gobierno para contraer los precios de septiembre pueden generar el efecto contrario.

Economía01/09/2024Jorge NietoJorge Nieto
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Si bien desde el gobierno anarco libertario hace varios meses que buscan que la inflación confluya hacia el 2% mensual, todo indicaría que agosto cerró también en línea con los tres meses que lo precedieron. Entre mayo y junio, las subas que mide Indec promediaron 4 puntos porcentuales, con un salto en junio (4,6%) que casi rompe la meseta. Las alzas para el octavo mes del año también serían en torno a los cuatro puntos porcentuales, así lo estiman la gran mayoría de las consultoras económicas.

“La inflación de julio parece que será un piso difícil de perforar para agosto”, afirma la consultora Econviews. Para quienes en las últimas semanas hubieron subas más intensas que llevaron sus estimaciones más cerca de los cuatro puntos. Si bien en agosto puede haber menos incrementos vinculados a la época del año, como se observa en los alimentos frescos durante las semanas de frío, sí advierten mayores subas de los precios regulados (salud, agua, electricidad, gas, naftas, etcétera).

La misma consultora dirigida por Miguel Kiguel, especialista en macroeconomía, observa una disparada en la cuarta semana del mes en alimentos y artículos de limpieza, tras estabilidad en precios durante las primeras semanas. Asimismo, la medición de la inflación núcleo, aquella que descarta las dispersiones por efecto estacional y precios regulados, “no muestra mejoras”. 

De confirmarse estas proyecciones se trata de una mala noticia para el gobierno al encontrarse con un piso de aumentos que no pueden perforar con el plan económico actual. Una mirada más mordaz dirá que tras hacer “el ajuste más importante de la historia” que llevó a la economía a una profunda recesión en donde algunos segmentos tienen un nivel de actividad símil pandemia, la inflación se amesetó en 4%. Es decir, la inflación que el gobierno anterior tuvo hasta febrero del 2022. En otras palabras, se trata de la misma suba mensual promedio que el gobierno anterior cosechó durante 26 meses, poco más de la mitad del tiempo de su gestión.

En medio de la recesión, los alimentos atenúan subas
Por su parte, en las góndolas de los supermercados observaron subas “atenuadas” respecto al mes pasado. En diálogo con LNM, Víctor Palpacelli, presidente de la Federación Argentina de Supermercados, destacó que las listas de precios que recibieron durante el mes tuvieron un 2% de incremento. Mientras que, dentro de los aumentos generales, las categorías que “rompen el promedio para arriba son los lácteos”.

Sin embargo, esta desaceleración de los precios al interior de los supermercados no redundó en mayor volumen de compras. Sobre este tema, Palpacelli, quien también es titular de la red de supermercados Almacor, aclaró que aún “no hemos logrado romper esa contracción”. Si bien aún no hay señales de “mejor movimiento”, el sector ha llego a su piso de caída de ventas, anclado en un rojo de 7 puntos porcentuales, señalan. En el sector saben que para comenzar a recuperar unidades vendidas los ingresos y salarios tienen que comenzar a recuperar poder adquisitivo.

La baja del impuesto PAIS es la apuesta del Gobierno para contener precios
En septiembre también habrá incrementos de los precios de los bienes y servicios regulados que tienen incidencia en las subas promedio. Empezando por las naftas en donde el gobierno actualiza paulatinamente los impuestos a los combustibles; también habrá subas en las tarifas donde la administración anarco libertaria reducirá los subsidios a los hogares. Asimismo, tanto las prepagas como otros servicios no quedarán en cero. Mientras que algunas provincias tendrán suba en el transporte público.

En efecto, desde el Gobierno buscan aplacar los precios de septiembre abaratando los dólares para importar. Así, bajando un 10% el impuesto PAIS se baja “el costo argentino”, de acuerdo a la retórica del ministro de Economía, “creo que en septiembre vamos a ver una baja de precios”, señaló el ministro Caputo. La reducción del impuesto hace que por cada dólar destinado a la importación se pague $1.021, cuando antes de la reducción del impuesto se pagaba 1.116 pesos. Segú el cálculo que hace el gobierno esta reducción debiera verse en las góndolas.

El efecto en góndola de la medida será tenue  
Sin embargo, diferentes empresarios consultados desestiman el efecto de la medida en los precios. El presidente de la Federación de Supermercados aclaró que la medida “no incide mucho en el consumo masivo”, si bien en algún momento el Gobierno estimuló la importación de alimentos para contener los precios internos, “no han tenido gran participación en el consumo masivo”. “Más allá de las intenciones del Gobierno” con la apertura importadora, lo cierto es que lo que más incide en la contención de los precios hasta el momento es “la contracción del consumo”, destacó Palpacelli. 

En el mismo sentido, un empresario ligado al comercio exterior declaró en off a LNM que el efecto de la baja del impuesto PAIS en los alimentos será escaso o prácticamente nulo. “Por supuesto que la baja va a repercutir en algunos ítems de costos, como pueden ser servicios o algunos insumos específicos de la industria. Pero no en la matriz de costo principal de los insumos de la alimentación porque estos ya estaban exentos del impuesto PAIS”. 

En efecto, por la poca incidencia en la estructura de costos nuestra fuente no ve que la medida haga bajar los precios de los productos de consumo masivo. Sobre la apertura importadora que esto habilita, de haber lo que se conoce como festival de importaciones motorizadas por un dólar barato, nuestra fuente destacó que al ganar más competitividad los bienes de consumo importados “hay que seguir muy de cerca como avanzan las importaciones y su impacto en el modelo de producción de alimentos local”.

Apertura importadora y reservas negativas alienta conocidas expectativas
Esto último abre un interrogante respecto a la disponibilidad de dólares existentes, ya que no pocos economistas alertan que abaratar el dólar cuando las reservas bajan no sería aconsejable. Puesto que las leyes del mercado dicen que cuando un bien escasea su precio tiende a subir, no a bajar. Máxime cuando en la última ronda antes de aplicar la baja el Banco Central vendió 238 millones de dólares. 

En suma, se fue otro mes con precios aumentando arriba del ritmo de devaluación (2%). Esto significa que es un nuevo mes en el que el tipo de cambio se apreció pese a la reducción de reservas.

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