Cae la imagen de Milei: dólar, FMI y apoyos, el triángulo de hierro que enfrenta el Gobierno

En la disputa por orientar el escenario de la opinión pública, dos sondeos recientes reflejan una leve aunque sostenida caída de la aprobación del presidente Javier Milei y Gobierno. Entre otros datos, un 63% rechaza un nuevo préstamo por parte del FMI. Se extiende la tensión cambiaria.

Nacionales27/03/2025Jorge NietoJorge Nieto
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Bronca, miedo, odio, repulsión, tristeza, asco.

Esperanza, confianza, seguridad, cambio...

¿Es posible que el mismo objeto produzca tal divergencia sentimental? 

La Universidad de San Andrés (UdeSA) obtuvo, de un lado y otro de la sempiterna grieta social, a través de su instrumento: la Encuesta de Satisfacción Política y Opinión Pública (ESPOP), el contraste sin matices ni intercambios que genera la figura del presidente Javier Milei. Asco y esperanza.

Dejando de lado los sentimientos personales hacia los protagonistas del poder, la ESPOP realiza el seguimiento de las distintas percepciones sobre el desenvolvimiento del Gobierno nacional y ausculta parte de las expectativas (la política no es más eso, expectativas) hacia corto y medio plazo, con números y ánimos de opinión que coinciden con lo recogido por otros sondeos.

Expectativas que van mutando antes de instalarse, en medio de otra jornada de tensión cambiaria, con un dólar de referencia ya estacionado en los $1300 y dispuesto para cerrar 2025 en $1400, según el último informe de BBVA Research. Esta fibra, delicadísima, el inextirpable dólar, puede hacer tambalear el éxito de Milei y el ministro Luis Caputo: la merma estadística de la inflación.

Por su parte, la consultora Zuban Córdoba publicó el último domingo el informe mensual con datos que hacen foco en un tema en ascenso (la inseguridad) y en otros ya instalados, aunque de resolución igual de incierta: inflación y acuerdo con el FMI. Ante la frase, “Milei tiene totalmente controlada la inflación”, el 55,8% dijo estar en desacuerdo (muestra de 1600 casos).

El fondo es el Fondo 
El esquema cambiario es la espina principal que obstruye el arribo a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), del que se conocen apenas las intenciones de las partes (el cierre efectivo y certificado de un entendimiento) pero nada sobre los desembolsos, el calendario, las tasas y especialmente las condiciones (¿o habría que decir condicionantes?). 

Según el informe técnico del BBVA Research, habrá un “desmantelamiento gradual” del cepo cambiario después de las elecciones legislativas de octubre. Otras versiones indican que el fin de las restricciones podría darse en abril, con todos los riesgos potenciales que ello implica en año electoral y con reservas del BCRA negativas.

Hay dos datos centrales de estas encuestas, que luego se complementan o matizan con otros que las mismas también proveen, y apuntan a un eje central de la percepción de los gobiernos.

En los números de UdeSA, el 61% de los encuestados está insatisfecho con “la marcha de las cosas en el país”. En Zuban Córdoba ubican la desaprobación de la gestión de Milei en el 58%, la más alta desde el inicio de su gestión, una casi amenaza al rotundo piso de 40 puntos sobre el que todavía se apoya la administración.

Sobre este frame de turbulencia y reacomodamiento de las expectativas, el eventual acuerdo con el FMI se presenta como el reverso de una devaluación que será administrada o híbrida y que puede cifrar el dólar en un valor que amenace la tendencia inflacionaria actual

“El mercado espera precisiones sobre el nuevo esquema cambiario: tal vez uno de bandas, ya que no se arrancaría inicialmente con una flotación libre a fin de evitar correr riesgos que pudieran afectar el proceso de desinflación”, interpretó ante un medio porteño el analista financiero Gustavo Ber.

 

"La lógica del desmoronamiento es bastante sencilla. Empieza siempre con un traspié, un ruido en el contexto general. Puede ser una conferencia de prensa donde se anuncian metas de inflación, una foto filtrada de un festejo de Olivos o un discurso en Davos. Un hecho disruptor aparece y modifica el tono de la conversación pública", dice el consultor Gustavo Córdoba, quien interpreta que hay una nueva tendencia en la opinión pública: “la imagen negativa del Gobierno no hace más que crecer mes a mes”.

Pérdida por goteo
El martes último el BCRA se desprendió de US$109 millones. Este miércoles, para controlar la presión sobre la divisa y espantar fantasmas y corridas, la entidad monetaria puso en la plaza US$48 millones, cediendo en las últimas ocho ruedas más de US$1361 millones.

Interesante cifra, US$1361 millones, si se tiene en cuenta que los trascendidos apuntan que el nuevo acuerdo con el FMI podría alcanzar los US$20.000 millones; una gran parte de ese monto será para repagar deuda e intereses con el organismo.

Sin un contundente escenario de crisis (el Gobierno cedió credibilidad y apoyo durante el curso del conflicto universitario y, más recientemente, con la estafa $LIBRA, sin comprometer la gobernabilidad) el panorama que se abre para el oficialismo es complejo por lo novedoso.

Su principal hándicap, el terreno macroeconómico, puede verse perturbado por una devaluación -impuesta o inducida- y la consiguiente repercusión en los índices de precios al consumidor. ¿Tanto sacrificio, a lo largo de 2024, para padecer nuevamente la angustia de la inflación?

Los economistas alumbran desde hace semanas la dinámica actual. “En febrero las importaciones de bienes subieron al 55% interanual (en cantidades) y la salida de turistas al exterior subió al 74% interanual. Del lado de la oferta, las exportaciones subieron 10% interanual y la visita de turistas no residentes cayó un 30% interanual”, escribió Martín Polo, de Cohen Aliados Financieros, en redes sociales.

 

El reputado economista Christian Buteler mencionó la crítica que se eleva desde 2024 por parte de sectores más bien afines a las políticas de Caputo. “El atraso del tipo de cambio lo hizo de nuevo. Para recordar, el superávit comercial (en bienes) bajó un 85% en febrero de 2025 con relación a un año atrás”, escribió Buteler.

Como dato adicional, se puede mencionar el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) que mide todos los meses la Universidad Torcuato Di Tella. Se conoció este miércoles que la imagen de la gestión volvió a mostrar -por cuarto mes consecutivo- una baja en el ICG: fue de 2,42 puntos, con una disminución de 5,4% respecto de febrero.

Dólar planchado, Argentina impagable  
Según las Estadísticas de Turismo Internacional (ETI) que releva el Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC), en enero de 2025 viajaron al exterior 1,9 millones (+73,2% frente a los 1,11 millones del mismo mes de 2024). En febrero viajaron al extranjero 1,8 millones de argentinos (+74,2% frente a los 1,047 millones del año pasado).

En suma, durante el bimestre un total de 3,7 millones de argentinos viajaron al exterior (1,59 millones más que los 2,15 millones del bimestre 2024).

La contracara, sensible al Gobierno dado que genera divisas, es la situación del turismo receptivo. En febrero el desplome fue del 30,7% en cuanto a la cantidad de turistas que eligen la Argentina como destino. En enero, la caída, menor, fue igual de contundente: 20,1% menos de turistas en su comparación interanual.

Sin el dato de febrero, enero arrojó un diferencial negativo en la cuenta de servicios por un total US$1187 millones, explicado en gran parte por un desbalance en el rubro turístico.

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